En estos escritos, Jérôme Stéphan establece un relevante estudio sobre tres creadores; Meyerhold, Fassbinder y Griffero, entrecruzando sus poéticas, subrayando el eco de sus propuestas en el desarrollo de la escena, como en sus postulados políticos artísticos, exponiendo sus similitudes y diferencias, pero unidas por conceptos transversales en su miradas sobre el lugar del arte y las maneras como pueden ser un lugar de transformación de nuestras percepciones y del saber. El presente texto resalta la complejidad de la vanguardia contemporánea que se contradice sin cesar para poder avanzar; El teatro de vanguardia es un teatro minoritario, ligado a su presente y comprometido con las luchas sociales, es un teatro político que no escatima recursos para defender una cierta visión de mundo. Esto plantea el complejo problema del desdoblamiento del teatro de vanguardia, situado a la vez en el frente político y en el frente estético.